Hoy voy a ser breve. He abierto varios periódicos digitales en sus secciones de internacional y me he encontrado con los siguiente titulares:
EEUU envía más munición a Israel en medio de las matanzas en Gaza
Fuertes explosiones cerca del lugar donde fue derribado el avión MH17
Más de 2.000 muertos en choques en Siria entre Yihadistas y fuerzas de Al Asad
Milicianos chiies cuelgan de un poste a 15 Sunies en Irak
Sierra Leona declara el estado de Emergencia por el Ébola
Un ataque terrorista deja docenas de muertos en el Oeste de China
Corea del Norte amenaza con lanzar un Ataque Nuclear a la Casa Blanca
Boko Haram ya no tiene fronteras y traspasa Nigeria
Israel refuerza la operación de Gaza llamando a 16.000 reservistas más.
Aumentan los grupos Paramilitares en las fronteras entre Mexico y EEUU
Argentina entra en “Default” (supensión de pagos)
Yihadistas en Libia toman la principal base militar en Benghasi.
La ONU avisa que el conflicto en Ucrania se ha cobrado ya más de 1.100 vidas.
Rusia acusa a EEUU de incumplir el tratado de misiles de corto-medio alcance.
Encontrada una niña de 10 años en Nigeria con una bomba adherida al cuerpo.
Podría seguir, pero creo que es suficiente, suficiente para acabar al ver las noticias como el portavoz de la UNWRA (ONU) en Gaza. Es decir, llorando. Este vídeo lo resume todo.
Hace unos días la ONU presentó un informe hablando del cambio climático que ponía los pelos de punta.
Los detalles del informe nos alarmaban especialmente, por la parte que nos toca, diciendo que el Sur de Europa sufriría en pocas décadas un retroceso ambiental de tamañas proporciones, dónde las inundaciones severas y las sequías en algunas zonas cambiarían el cultivo en nuestro país de manera radical.
Es decir que peligran desde las naranjas de Valencia hasta el Rioja, nuestro bendito Rioja.
Pues bien, hoy (por ayer) leo un informe que me deja perplejo al respecto de los posibles causantes de este cambio climático, inevitable según la Organización de las Naciones Unidas.
Dicho informe alega que las nuevas tecnologías, es decir la Internet y el cloud computing también tienen su parte en el cambio climático.
Y es que mucho se dice de cómo viajar en auto o avión contamina el medio ambiente. Pero no nos paramos a pensar que en este mismo instante, leyendo esto en su computadora o teléfono, estamos contaminando también.
Pues bien, según un nuevo informe de la ONG Greenpeace que enumera las empresas “más verdes” y las más contaminantes, las empresas de tecnología representan el 2% de todas las emisiones globales de carbono.
Bueno, sin entrar en valoraciones muy extensas, Greenpeace no es precisamente la ONG que más simpatía me despierta, pero este informe debe hacernos reflexionar. Claro cuando piensa en la “nube” tecnológica, parece que sea todo algo etéreo, pero la realidad es que dicha nube se nutre de miles, millones de servidores físicos que consumen una gran cantidad de energía, ya que de otra manera no podrían soportar esa BIG DATA que necesitamos.
De ahí que el otro día en uno de mis artículos, explicase que la Nube, tal y como la conocemos ahora deberá cambiar en el futuro y ese cambio deberá ir de la mano de la tecnología y la informática cuántica, de la cual todavía estamos en pañales.
Dicha tecnología, nos permitirá reducir el espacio físico de los servidores y con la ayuda de nuevos materiales como el grafeno intentar consumir muchísima menos energía. Ese es el reto.
De hecho he podido ver una infografía en la cual se ven los países que más consumen a nivel energético y si el Cloud Computing fuese un país sería el 6 país que más consume justo después de Alemania.
Así que pensándolo bien nuestra “nube” puede ser más que una nube un nubarrón negro en el horizonte que de alguna manera habrá que controlar y menguar. La revolución tecnológica no tiene marcha atrás, están ahí para recordarnoslo Google,Apple, Amazon y otras, pero también las pequeñas y medianas Startups que a nivel mundial están utilizando la nube crecer como hacemos en Citihood, dónde muy pronto utilizaremos los servicios de Google Cloud Platforms para crear Citihood Apps, ya os contaremos más en breve.
Pero de momento nos quedamos con este dato, cuando navegamos, contaminamos…
Esto quiere decir que todas esas películas que miramos en Netflix, la música que escuchamos en Spotify o las fotos que subimos a Instagram consumen el equivalente energético a una flota de Boeings 747. Casi nada.
La buena noticia es que ya hay varias empresas que se han puesto las pilas y están usando cada vez más energías limpias. Por ejemplo, el inform nos dice que Apple es la más verde (verde manzana claro está) , ya que la empresa se ha comprometido a alimentar su servicio en la nube, iCloud, exclusivamente a través de energías renovables.
Además se propone construir inmensos parques solares en sus oficinas de Carolina del Norte y piensa impulsar nuevos “database centers” utilizando energía geotérmica y solar.
Facebook tampoco le va a la zaga. Recordemos que hace un tiempo la red social fue objeto de duras críticas por parte de Greenpeace ya que dependían de fuentes energéticas como el carbón para el 60% de su energía, lo que provocó la reacción de varias ONG’s ambientales y la verdad es que dio resultado: ahora la red social prefiere la energía renovable para alimentar su creciente flota de centros de datos.
Pues bien, entre tanto intentamos aclarar el horizonte de negros nubarrones, no podemos, ni debemos, dejar de utilizar la nube, igual que seguimos cogiendo los coches o los aviones para desplazarnos.
El reto es hacer que estos sean más eficientes y que llegue un día en que dejen de contaminar a gran escala y empecemos a recuperar el planeta que nos llena de nubes físicas, aveces con formas caprichosa, la atmósfera de nuestro planeta, para nuestro bien
Rafa Fernández 